Las tormentas y fuertes vientos dejan pérdidas importantes en los cultivos de caquis, cítricos y hortalizas. En compensación, Agroseguro paga 14,3 millones a productores de caqui valencianos, que están asegurados.

Una gran parte de la indemnización es debido a los daños ocasionados por las tormentas de octubre y noviembre. Que, tras el impacto, destrozó los cultivos en una gran superficie del cultivo.

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Así, alrededor de 20 empresas aseguradoras forman parte de la entidad que tiene la función de gestionar los seguros agrarios en el país. Y en esta oportunidad tocó compensar a los productores de las localidades de Massalavés, Sollana, Almussafes o Benifaió, que perdieron alrededor de 5.000 ha de caqui.

Por otra parte, según los datos que maneja la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro), a la cifra estimada a indemnizar, se suman 500.000 euros que se les abonó con anterioridad a los productores de caqui.

De esta forma a los productores de caqui de estas localidades ya se les ha indemnizado alrededor del 95% de monto correspondiente en este tipo de eventos.

Asimismo, se compensó a los productores de uva de mesa, cuyos cultivos también fueron afectados por las tormentas. Agroseguro desembolsó otros 2,2 millones de euros para compensar los siniestros ocasionados en la última cosecha, a los productores vitícolas de Alicante y Murcia.

Cantidad que se suma a los 2,4 millones que ya se les ha proporcionado con anterioridad.

En este sentido, es importante destacar que Agroseguro gestiona con ímpetu y responsabilidad las indemnizaciones a los productores agrícolas en España. Los cuales fueron fuertemente impactados por los últimos eventos climáticos del 2020.

El caqui estará escaso para los consumidores de Agroseguro

La Ribera representa el 90% aproximadamente, de la producción de caqui en España. Es la dulce fruta que predomina al sur de la provincia de Valencia en la comarca de la Ribera del Xúquer. Allí se sustituyó la siembra de naranjos por caqui, porque su rentabilidad era mayor. Desde ese momento pasó a ser la joya de la Ribera, como la llaman los productores desde hace 20 años.

Sin embargo, hoy la situación es otra. Como consecuencia de los eventos climáticos y la destrucción de gran parte de la cosecha de caqui, el producto se verá escasamente en los mercados.

Además, de la baja producción registrada este año, debido a la alta incidencia de plagas que cada vez afectan más al cultivo. Como por ejemplo la mosca blanca y la enfermedad necrosis foliar.

Así, las plagas y las lluvias, pedrisco y viento, incidieron negativamente, en una reducción del 35% de la producción en la Ribera. En 2019 la producción aproximada fue de 400 mil toneladas y en 2020 solo se estima en 280 mil toneladas.

Por lo que los productores de caqui y desde la D.O. Kaki Ribera del Xúquer, en la voz de Rafael Perucho, esperan que los precios del producto en el mercado compensen las pérdidas de producción de este año. Ya que el año anterior las cotizaciones fueron muy bajas.

Debido a la baja rentabilidad del cultivo en los últimos años, ocasionado en gran parte por la alta incidencia de plagas, entre otros, hoy día, los principales retos de los productores de este cultivo es conseguir rápidamente soluciones para un control de plagas efectivo.

Además de iniciar la entrada hacia nuevos mercados y fomentar el consumo del producto en la población. Por ahora, se conforman con que los precios del mercado compensen la merma de la producción actual.

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Otros cultivos también fueron afectados

No solo las siembras de caquis se vieron afectadas por las fuertes tormentas. También se perjudicaron, aunque a menor escala, alrededor de 147 hectáreas de hortalizas y 417 hectáreas de cítricos. Con daños ocasionados con diferente intensidad, dependiendo de la edad de la plantación y de su ubicación geográfica.

Además de los daños directos por el impacto de la tormenta, también hubo daños producto de las inundaciones y encharcamientos. Que aparte de las Riberas Altas y Baixa, también las comarcas de la Safor y la Marina Alta se vieron afectadas. Pues fue donde las precipitaciones tuvieron mayor intensidad y duración.

Aunado todo ello a los daños ocasionados a las infraestructuras agrícolas. Tales como galpones, invernaderos, sistemas de riego, caminos entre otras. Como compensación, las fuertes lluvias ayudaron a controlar plagas como la negrilla que produce el hongo de la mosca blanca en el fruto.